domingo, 5 de abril de 2015

COIDADO

"El cuerpo es un fenómeno social; es decir, que está expuesto a los demás, que es vulnerable por definición. Su persistencia misma depende de las condiciones e instituciones sociales, lo que, a su vez, significa que para poder ser, en el sentido de persistir, ha de contar con lo que está propiamente fuera" (Butler 2012:57-8).


Somos vulnerables porque estamos expuestos, porque precisamos que otros sustenten nuestro vivir: el cuerpo y su apertura apuntalan cotidianamente la vulnerabilidad de la existencia, la inscriben en todos sus gestos, en todo aquello que precisa la vida para mantenerse con vida. Y es así, en consecuencia, que la vida requiere como condición inexcusable, desde esa vulnerabilidad, desde esa exposición, el cuidado. No cabe literalmente pensar una vida al margen de los cuidados que la envuelven, unos cuidados que aluden tanto a todas las dimensiones que sustentan la materialidad de la vida (el mantener con vida) como la afectividad que sustenta la dignidad de la vida (el reconocer que la vida se mantiene con vida).

En Vulnerabilidad, precariedad e inhabitabilidad de Ignacio Mendiola (Vidas Dañadas, 2015) e foto dunha intervención do grafittero Blek Le Rat via The Independent.

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