sábado, 25 de agosto de 2012

LA MUJER QUE ERA


















El desierto clama invierno tras la mirilla,
tu sombra planea tanto vértigo, que
esta carretera

ya no soporta más peso.

Y el rastro,
deja un vendaval de crujidos de alambre.
Aquella noche ya no fuimos.

Quedó la vacía insignia del atropello. De tanto dolor,

se borraron la huellas.

 

© do poema, Luci Romero 
© da imaxe, Daniela Tieni

 

sábado, 4 de agosto de 2012

A TORRE


A respiración
péchase nun broche

un suspiro sube
pola parede da torre
que nos engule


*
A ilustración é de Camilla Thorup